31 de agosto de 2019

Cuando la investigación la hacen los chicos III

En la inspiración de un barrio local

EL IMPACTO CULTURAL DE LA MÚSICA EN VILLA FIORITO.



La música hace y es más de lo que muchos esperan, eso se ve en el centro cultural que cada día crece en recursos y personas y donde se forman historias conmovedoras. Por Jackeline Matta, Eva Correa, Valentina Gomez y Rosa Alvarez *.




Desde fuera del lugar observaba a mujeres, hombres, y niños entrar con estuches cargando a sus espaldas. 
Todo parecía tranquilo en cuanto lograbas tener un pie dentro del Centro Cultural de Villa Fiorito. Las recepcionistas te recibían y anotaban atentas si eras uno de los recién llegados, mientras que daban paso a los demás hacia su lugar correspondiente.

Uno se puede mover con la ola de gente si te perdías y los más chicos parecían ser los mejores guías, eran unos 20 en total y cada uno iba acompañado de su instrumento. 
Los salones se dividían en violín, violas, violonchelos y contrabajos. Cada uno con un profesor asignado.

Si esperas quieto, en cualquier lugar, podías escuchar  mientras practicaban, los sonidos se mezclaban y formaban algo que, sin ser entendible del todo, resultaba mágico. Recorriendo los salones notabas el esfuerzo y dedicación de cada integrante, cada joven, cada anciano y cada niño. Se esforzaban en concurrir, en practicar, en darle tiempo.

A la hora indicada, el director dio la orden de reunirse todos en el zoom, para la prueba final, para reunir los sonidos y crear la melodía.

Entre risas y un poco de juegos todos lograron concentrarse y formarse. En forma de U los veías divididos de acuerdo a cada instrumento. El orden y silencio que reinaba al momento de la afinación era casi inquebrantable, el director comenzaba a mover su batuta y cada uno, desde el más anciano, hasta el más niño que allí se reunían, las 80 personas ahí congregadas, comenzaban a seguir sus partituras y a ser cada uno un gran artista.

Entrevista
ANDRÉS CUELLAR | Profesor y director

“Lo más importante es el trabajo social, tener presente los valores y el construir con el otro" asegura el fundador, y explica que “nuestra vocación demanda de la solidaridad y el poder entender al otro para llevar a cabo este equipo”.

- ¿Hace cuánto se formó la orquesta?


- Funciona como orgánico orquestal hace tres años, pero empezó hace cuatro con el tema de los talleres de cuerdas.

- ¿Con cuántos profesores inició?

- Al principio era yo solo, después se sumó otro y ahora estamos con alrededor de 14/15 profesores.

- ¿Considerás que hay compromiso y responsabilidad 
por parte de los profesores?

-Creo que sí, porque se habla y en el momento que 
uno invita a venir para ser parte del proyecto evalúan determinadas cuestiones que son fundamentales, porque al margen del trabajo artístico que uno hace se valora el trabajo con el otro, la solidaridad y el ser capaz de comprender al otro. Sino directamente uno no resiste en el proyecto.

- ¿Con cuántas personas comenzó el taller?

- Había un promedio en el inicio de 25, 40 personas. 
Siempre estuvo por ese número. Hoy se duplicó. Con presencia total son alrededor de 80 músicos en la orquesta.

-¿Hay más jóvenes o adultos?

- Hay un poco de todo, es variado porque si hablamos también podemos excepcionar que tenemos niños que son aproximadamente 20. Adultos hay bastantes, con diferentes edades, también hay adolescentes y de hecho tenemos tercera edad en acción y su participación es realmente admirable dentro de la orquesta.
-¿Cuál es la técnica que utilizas para coordinar a la orquesta con los brazos?

- No es una técnica propia, sino básicamente es un 
lenguaje de dirección orquestal, muchas veces uno está dando entradas porque no siempre todos están tocando en simultáneo. Así como uno toca un instrumento está quien hace la carrera de dirección o va adquiriendo los conocimientos necesarios para poder coordinar en la orquesta, que en realidad funciona como un instrumento conformado por muchos.

- ¿Lleva trabajo lograr que los integrantes de la 
orquesta entiendan como manejarse en cuanto a tu dirección?

- En realidad siempre hay mucha ayuda de los profesores, 
pero se va adquiriendo  paulatinamente, cada uno tiene sus diferentes reacciones, por eso funcionan los guías por fila que son quienes tienen la responsabilidad de ser precisos en las entradas y ayudar al resto, es un trabajo en equipo y siempre que sean claras las pautas funciona y es parte del proceso. Cada uno lo va haciendo a su tiempo pero generalmente funciona todo muy bien y es muy dinámico.

-¿Cómo creció la orquesta desde su nacimiento?

- Fue un proceso que se fue dando, en un primer 
momento era un taller de cuerdas que incluía violín y viola, después la demanda fue mucha, lo que para mí fue una sorpresa. De hecho, cuando estuvo la propuesta no se sabía si iba a venir gente y como para una orquesta necesitábamos una determinada cantidad, entonces se inició con la intención de armar un taller y bueno, sorpresa que en el inicio hubo mucha gente con ganas de aprender y muchos otros tenían instrumento así que a medida que fue avanzando se adquirían recursos técnicos y apareció la posibilidad de ampliar como para las cuerdas bajas y generar una orquesta de cuerdas donde se incluyó al violonchelo y contrabajo.

-¿Integrarías otros instrumentos?

- Sí, es un poco la idea de dar el siguiente paso que es 
transformarla en orquesta sinfónica donde convivan todos los instrumentos de viento y de percusión. Cada tanto hacemos eventos en los cuales los incluimos pero la idea es que ya sea como un orgánico estable.

- ¿Hay más recursos ahora que antes?

- Hay más recursos que en el inicio, sí. En cuanto a lo que es el espacio, porque el centro cultural amplió la cantidad de aulas y favoreció mucho nuestro desarrollo, nuestro trabajo. Y a su vez se adquirieron instrumentos que en el comienzo no teníamos como contrabajo que
tenemos dos y son difíciles de conseguir. Después tuvimos una donación de atriles que son recursos muy necesarios y que tienen un costo muy importante. También los profesores, que al año siguiente que todo empezó se armó el orgánico general con un profesor por
cada instrumento y sus diferentes niveles de cada sección.

- ¿Cómo fue adquiriendo reconocimiento la orquesta?

- La primera difusión en el distrito fue de boca en boca, por las redes sociales, fotos que suben desde el centro cultural y bueno, va adquiriendo reconocimiento y a su vez un nombre. También por las presentaciones mismas, la exposición hace que quede en la mente de las personas y surge el “ah, yo vi una orquesta…” Siempre piden para ir a tocar a colegios, a otros centros culturales, y eso termina siendo parte esencial del lugar, de lo que es Fiorito, Cuartel noveno, que es lo que representa el centro. Eso lo sabemos y es muy importante también para nosotros porque demanda una gran responsabilidad.

- ¿Qué instrumento tiene más relevancia dentro de la orquesta?

- Más relevancia en relación al deseo y las ganas que tiene 
la gente que quiere tocar es el violín, que es el más conocido pero cuando llegan a la orquesta y empiezan a ver otros instrumentos muchos cambian de decisión porque se abre el abanico de la elección. Creo que en realidad todos son igual de importantes, sólo que es más conocido el violín y por ende es al que más recurren. Al margen, en una orquesta siempre por cuestión de volumen hay mayor cantidad de instrumentos agudos. 

- ¿Cuál crees que es el mayor logro que tiene la orquesta hasta ahora?

- Considero que es el equipo y la identificación del trabajo, de construir y el tener cómo un espíritu solidario y mucho empuje, nunca hay una negativa de no se va a poder hacer sino siempre hay voluntad, adquirir desafíos, el ver al otro como uno mismo y construir un todo que es lo más importante y lo que tratamos de fomentar, una vez que eso está el resto se encamina, porque los recursos técnicos se van adquiriendo a medida que pasa el tiempo, es una cuestión natural y lógica pero si no está presente ese espíritu solidario, el compañerismo de trabajo en equipo no se puede llegar a construir porque uno necesita naturalmente del otro.

Historia de vida
UNA UNIÓN EXORBITANTE CON UNA PASIÓN INCONMENSURABLE POR LA MÚSICA.

“La música no sirve sólo para bailar, también rejuvenece, cura, reconforta y 
reconstruye al ser humano.”

Olga y Santiago son una pareja de la 
tercera edad que estuvo en busca de instituciones que brindaran formación musical. Recorrieron juntos la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde se encontraron con una casa de música que les brindó información sobre el conservatorio Alberto Ginastera. 

El instituto, si bien tenía lo que ellos buscaban, quedaba muy lejos de su hogar. Fue entonces cuando vieron los carteles de inauguración de un Centro Cultural ubicado en Villa Fiorito, barrio perteneciente al distrito de Lomas de Zamora.

Lo visitaron y se enteraron que estaba comenzando a funcionar un taller de cuerdas, específicamente de violín. Desde entonces dejaron de buscar establecimiento. Tal fue el impacto que dio el nuevo Centro que no había vacantes disponibles, sin embargo juntos se animaron a insistir hasta lograr entrar y, aún hoy, permanecer.

El violín les gusta desde que son muy chicos, por un lado Olga recuerda que a toda su familia le gustaba éste instrumento en particular, a ella la hace sentir que rejuvenece y le provoca tanta alegría que se siente como toda una artista. Y Santiago tiene afinidad con sus recuerdos por parte de su padre, quien construía y tocaba varios instrumentos, haciendo que desde niño hasta hoy, jamás se apartara de la música.

Él cree que nunca está de más aprender y por esto mismo sabe tocar otros artilugios, pero más allá de eso, a él le gusta saber las historias de los instrumentos y siente que, si bien siempre existieron, no hay ninguno tan perfecto como el violín y que sus orígenes musicales vienen de más allá de lo que cualquier persona se imagina.

A la edad que ambos poseen esto los distrae y es reconfortante para ellos la interpretación que le dan a cada melodía provocándoles una pasión que los motiva cada día. Más allá de que les quede cerca, a la pareja les atrae la calidez del establecimiento, la atención que les brindan, el compañerismo y por sobre todo el afecto y la empatía de los profesores que siempre los reciben con una bienvenida y buscan constantemente la manera más práctica para su aprendizaje, logrando un avance progresivo en cada día.


Opinión
Cristian Izumigawa| Luthier profesional.


La distribución de los instrumentos de la orquesta está bastante equilibrada en número, logrando así un sonido homogéneo. Algo bueno que sucede es que la mayoría al poco tiempo de comenzar, generalmente sucede en los instrumentos como violín o viola, consiguen tener su instrumento aunque sean de los llamados chinos de fábrica. Estudiar con instrumento propio ayuda mucho, y además acelera la integración como músico en la orquesta. Los instrumentos graves como el violoncelo y contrabajo, que son más costosos la orquesta los presta.

Con respecto a la calidad de los instrumentos en la orquesta, es pareja. Están dentro del rango de los instrumentos de estudio, pero siempre pueden mejorar tanto en comodidad como en sonido haciéndoles algunos ajustes.


Nota color
¡Ay, cuidado con el arco!

Los niños de la orquesta son muchos y se sientan muy juntitos. Tan así que como aún no saben manejar los arcos, se dan con ellos en los ojos unos a otros. ¡Alerta, ahí viene el piquete!.



* Alumnas de la Secundaria 39 de Lomas de Zamora.