6 de septiembre de 2025

Nota de Producción

La evolución del rock argentino

Casi 60 años del rock nacional: raíces y nuevas voces de un género inmortal


¿Cómo fue cambiando el género al pasar se las décadas en nuestro país? ¿Hay un ´rock nacional´ y un ´rock argentino´? Las historia y el debate en tiempos turbulentos por una música urbana que hizo ver al rock como su abuelo. Informe completo. Por Ignacio Echavarría, Ingrid Martínez, Alejandra Gamarra, Santiago Lezcano, Brandon Hinojosa y Leandro Medera *.



Se considera que el rock nacional argentino nació en 1967 con la canción "La balsa" de Los Gatos que fue compuesta por Tanguito y Litto Nebbia en el Baño de La Perla de Once, uno de los dos míticos lugares del nacimiento del rock en Argentina, el otro fue el bar llamado La cueva, donde se reunían bandas que luego dieron de que hablar e influyeron en el rock nacional, entre ellas Los gatos. Después de la semilla que plantó La balsa llegaron otras grandes, en los 70' Arcoíris lanzó su primer álbum, Almendra su segundo álbum, en el 72' Sui generis publica "Vida" y en el 73' se publica uno de los discos más significativos del rock argentino "Artaud" de Luis Alberto Spinetta.

Ya en esa época las bandas tocaban en festivales multitudinarios como el Festival Pinap o El Bs. As. Rock, hasta la llegada de los militares y el golpe de Estado en el 76' donde las bandas de rock eran consideradas "subversivas" y una amenaza para el orden y la autoridad del nuevo gobierno, gracias a esto emigraron hacia el exterior y otros se quedaron a resistir la censura, artistas como Leon Gieco, Charly García, Luis Alberto Spinetta y Fito Paez y a contracorriente se formaron bandas como Serú Girán, Patricio Rey y sus redonditos de ricota, Virus, entre otras.

En el 83' con la vuelta de la democracia Charly García se hizo solista, artistas cómo Fito Paez y Leon Gieco se abrieron paso y bandas como Sumo, Riff y la vuelta Miguel Abuelo para revivir a Los abuelos de la nada. Durante esta época se desarrollaron nuevas corrientes como el pop/rock de Soda Stereo, el punk de Los violadores y Ricardo Iorio fundaba el heavy metal argentino con V8. En esta década el rock nacional tuvo su punto más alto en popularidad ya que fue un un momento de innovación y creatividad en el género teniendo hasta hoy en día sigue influyendo en generaciones de artistas y fanáticos.

A comienzos de los 90’ por un lado tenemos a Andrés Calamaro y Fito Paez el cuál tuvo mucha popularidad en esta década y por otro estaban Los fabulosos cadillacs que hacían ska o Los pericos que hacían reggae así como bandas más alternativas como Juana la loca y Babasónicos, también en esta época aparece lo que se denominaría rock barrial, chabon o rollinga con bandas como Viejas locas, Los ratones paranoicos y Los piojos.

Ya en los 2000 junto con la crisis económica se vuelven populares las bandas que hacen música de protesta, siendo de las más importantes la Bersuit Vergarabat y apareciendo bandas de rock barrial como La 25, Intoxicados o Callejeros.  

 

Perfil: AIRBAG

Los hermanos sean unidos porque esa es la ley primera


Airbag es una banda argentina de rock fundada en 1999 en Don Torcuato, Gran Buenos Aires. Está integrada por los hermanos Gastón, Patricio y Guido Sardelli, junto con José Luis Berrone en teclados y Sebastián Roascio Goldar en batería.

Historia. La banda comenzó como "Los Nietos de Chuck", tocando covers de Chuck Berry, The Beatles y Creedence. Con el tiempo, empezaron a crear su propio material y cambiaron su nombre a Airbag. Su primer álbum, lanzado en 2004, obtuvo disco de oro y platino en Argentina.

Airbag combina elementos de rock clásico con toques modernos, creando un sonido único y enérgico. Sus letras abordan temas como el amor, la libertad y la rebeldía.

La banda ha realizado giras por Argentina, Latinoamérica y España, y ha tocado en estadios como el River Plate y el Vélez Sarsfield. En 2025, presentaron su show más grande en la historia, con dos fechas en el Estadio River Plate.



Entrevista a Leo “El pollo" de La garufa

"Antes repartíamos volantes, ahora usamos redes sociales"


¿Crees que el rock cambió en todo este tiempo que estuviste tocando en La Garufa?

Sí, ha cambiado un montón. Se nota que el contexto cultural y social ha influido. Antes, el rock barrial estaba más presente en el mainstream, y ahora se ha visto desplazado por géneros como el reggaetón. La audiencia también ha cambiado; las personas que venían a vernos hace 13 años ahora han formado familias y traen a sus hijos a los shows. Las maneras de escuchar música han cambiado drásticamente. Antes era necesario ir a los shows para descubrir bandas, mientras que hoy se hace a través de plataformas digitales y redes sociales. La promoción de las bandas ha evolucionado también; antes repartíamos volantes, y ahora usamos redes sociales, lo que cambia la forma en que nos conectamos con el público. A pesar de todos estos cambios en el panorama musical, nosotros seguimos adelante y estamos desarrollando nuestro proyecto.

 

¿Qué bandas o artistas del rock argentino los inspiran?

Bueno, mira, en cuanto a eso, nosotros hacemos rock barrial, rock popular. Al ser personas de casi 40 años y más, tenemos influencias en Los Redondos, La Renga, Callejeros, Viejas Locas, y Los Gardelitos. También en La Vela Puerca.  No nos encasillamos en ningún género en especial; creemos que tenemos nuestra propia identidad, pero sí nos criamos escuchando mucho rock nacional.

El cantante y el guitarrista tienen mucha influencia del folclore por la familia, como José Larralde, Yupanqui y Guaraní. Aunque no hacemos canciones así, siempre está ese espíritu del folclore en La Garufa.

Básicamente, escuchamos música internacional también, pero son las influencias que quedan de toda la vida. Yo empecé a escuchar los redondos de Ricotta a los 14 años, y eso marca ritmos y maneras de hacer canciones. En la mayoría, es rock nacional, más que nada rock popular y un poco de folclore.

 

¿Crees que el rock a perdido su esencia o a evolucionado de manera positiva?

Bueno, respecto a esto, no, es tajante la respuesta. Creo que el rock jamás ha perdido su esencia en este país. Nunca dejó de estar en la cima, con La Renga o Las Pelotas, y muchas bandas que siguen tocando, incluso con nuevos integrantes.

El rock ha evolucionado: para algunos de forma positiva y para otros negativa. Hay bandas nuevas que hacen otro estilo de rock, no el barrial de los 2000, con letras más al hueso. Hoy existen bandas como Banda Los Chinos o Nasta que tienen un rock diferente.

La evolución es positiva musicalmente en cuanto a estructuras, pero la esencia del rock argentino no se ha perdido; está más latente que nunca con la actualidad política. Es importante que los cantantes de rock usen su micrófono para abrir el panorama a la gente.

 

¿Crees que la política y la sociedad argentina influyo en la música rock del país? ¿Y crees que es importante?

Bueno, sí, creo que el rock es política. La vida misma es política, desde un simple saludo hasta cómo interactuamos. La política nos atraviesa siempre, especialmente en el rock, que transgrede. Desde un escenario, tenés el poder de decir cosas y que la gente las reciba.

El rock ha sido influenciado por la política desde su inicio con Los Gatos. En épocas difíciles, como la dictadura, las letras reflejaban esa realidad. Hoy hay bandas más comprometidas que otras; algunas son directas en sus letras sobre personajes políticos, mientras que otras lo hacen de forma más general.

Un ejemplo actual es Cabra de Apeste, que habla sobre temas como la muerte de Santiago Maldonado y la dictadura. Nosotros, como La Garufa, también tenemos canciones sobre el descontento del pueblo.  

Así que sí, me parece que la política y la sociedad influyeron totalmente en el rock argentino y a lo largo del tiempo eso se pudo ver. Muchas bandas expresan su postura a través de sus letras y arte.

 

¿Qué legado crees que dejará el rock argentino en la música y la cultura del país? 

Creo que el rock argentino va a perdurar muchísimo tiempo más, incluso tranquilamente 50 años más. Desde que se empezó a escuchar música en castellano, ha habido muchas generaciones que han transferido ese rock argentino a sus hijos. Mi papá y mi mamá por ejemplo me hicieron escuchar a artistas como Charlie García y Serú Girán, y mi papá me regaló mis primeros cassettes de rock nacional.

El género va a perdurar en el tiempo, tanto en el país como en el mundo. Muchos artistas actuales vienen de familias con rock nacional, si te pones a pensar Wos que hace música no se si tan urbana, pero bastante mezclado con el pop y el rock, y viene de una familia que también heredo el rock nacional no por nada tiene una colaboración con el Indio.

Hay una conexión entre los artistas y las generaciones que han ido a ver bandas legendarias, transmitiendo esa música. Para mí, el rock nacional dejará un legado súper importante y será para siempre, especialmente en un país tan politizado donde la gente disfruta del ritual de ir a conciertos y mostrar su identidad. “El legado va a ser eterno”.

 

Opinión por Esteban Bellucci (*) 

“Nosotros vamos a rockear por siempre… forever… forever…”


Se decía a si mismo Homero frente al espejo mientras veía como su abdomen crecía, su cabellera se volaba y “su Rock” pasaba de los primeros anaqueles a la nostálgica sección de viejitos que no era mas que un par de cajas haya en el fondo del local. Bueno, una vez mas los Simpsons nos dan una enseñanza de vida mezclada con una predicción futurista. No vamos a Rockear forever. O al menos no en el escenario principal. Porque esta vez no porque paso de moda nuestra banda favorita, reemplazada por jóvenes pujantes y llenos de energía con otras exploraciones sonoras y estéticas modernas. Esta vez el que fue reemplazado fue el género. 

El movimiento Rock con todo lo que el mismo implica se bajo de la ola. Por supuesto que a la afirmación simplista de que el Rock esta muerto le contestamos un NO rotundo, pero si le saludamos a su caído estatus de Rey de los charts. El Rock vive, pero cada vez mas y mas lejos del mainstream. Y las carteleras de espectáculos de teatros y estadios nos dan muestra de esto. Puntualmente desde mi lugar de fanático del género, no me significa algo necesariamente negativo. Correrse del escenario central no es morir. Todo lo contrario, es una gran forma de filtrar y purgar un poco la movida.  

Hoy existen, tanto en el plano nacional como en el internacional, bandas increíbles de Rock con enorme talento, esencia, espíritu rebelde y todas las características que demanda un rockero pero ahora hay que buscar. Hay que hacerse de valor y sumergirse en listas, foros y festivales under para encontrar eso, que antes MTV o La Mega, nos tiraban en el plato 24-7 non stop. Este escenario tal vez sea mortuorio para las generaciones mas jóvenes, pero no es terreno inexplorado para los canosos rockeros que sacan platea por los dolores de rodilla y cervical. El Rock no nació siendo el género mas popular y no morirá por no seguir siéndolo. Remontándonos a los orígenes del plano Nacional, el rock nace en los 50-60 como una expresión local del sentir generacional que expresaba el rock ingles y que recién para el año 67 cierra filas y se vuelve un movimiento con la salida de “La Balsa – Tanguito & Nebia” que seria el primer hito del género “Rock Nacional” per se.  

Entendiendo que en ese contexto el rock era proscrito, no podemos decir que era popular, y no por eso era menos Rock. Con exponentes del calibre de Spinetta con Almendra, Pappo, Manal, Santaolalla y su Arcoíris, Leon Gieco y hasta el apadrinaje de monstruos como Sandro apadrinando esta movida llevando de teloneros a estas bandas jóvenes y otros como Eddie Pequenino o Palito Ortega, el Rock Nacional nacía, crecía y comenzaba a afianzarse para dar el paso siguiente.  

En el crepúsculo de años 70 y todos los 80 el Rock alcanza su perfección absoluta. Se vuelve vehículo de mensajes políticos, rebeldes, profundos, poéticos con la misma naturalidad que toca temas superficiales y mundanos. El género explora, rompe barreras, lleva la virtuosidad técnica y tecnológica al extremo pero también explora la visceralidad, la frescura, el exceso y el descontrol. Un caos ordenado e infinito. Se llena de intelectuales, de reventados y de caretas y abraza el Mainstream para no dejarlo ir por decadas, al punto que muchos pensaron que la masividad era una característica intrínseca del rock y no que era consecuencia de todo su recorrido. La llegada a los estadios y la masividad absoluta de bandas como Los Redondos, Soda Stereo, Miguel Mateos, Virus, Sui Generis y posteriorimente en los 90 Los Piojos, La Renga, Bersuit, Fito, Los Cadillacs, Divididos, Intoxicados, Babasonicos y toda una continuidad generacional de bandas que no dejaban de empujar las barreras creativas, las temáticas y realidades abordadas crearon la ilusión de que esto jamas iba a terminar, que el Rock era una fuente inagotable de representatividad y frescura ligado a una juventud y a una rebeldía que parecía eterna encontrando siempre nuevas formas de expresarse. Hasta que llega la década del 20… y el rock desaparece de esos charts de Spotify para ver su podio ocupado por música urbana y otras yerbas. La locura automática dirían algunos perreadores de 40.

Pero como dije antes, Caernos de la cartelera principal y ver a los referentes envejecer y comenzar a retirarse de los escenarios no es necesariamente algo malo. La desaparición de la masividad aleja al “music business” y con a los montones de caretas que jamas les intereso el arte y solo buscaban vivir sin trabajar. (tose mirando hacia donde esta Turf) Existen bastiones que llevan la bandera del Rock con muchísima dignidad y hasta intentan seguir empujando su legado.

Los niñatos de “Tetas Gud” que parecen haber salido de un freezer donde los congelaron alla en los 70, los locales “Ryan” con un indie tramboliko, “Simulando un Vuelo” y su punky accesible o de la década anterior pero con vigencia en el presente tenes el virtuosismo y la garra de “Eruca Sativa”, la caricia lirica y sonido alternativo de “Santi Motorizado” & banda, el enorme trabajo de “Airbag” para que el Rock siga siendo abanderado de la fiesta y el reviente es mas que destacable. Con este puñado de ejemplos sobra para entender que el Rock tiene pulso, sigue haciendo vibrar a muchos y seguirá haciéndolo sin mirar para atrás, fiel a su impronta. Solo nos queda a los rockeros entenderlo, dejar de llorar baluartes muertos y escuchar mas a los pibes que tienen mucho para decir y merecen ser bancados como alguna vez no lo fueron los jóvenes de los 60 lo fueron y a pesar de eso cambiaron el mundo.


No seamos los rancios que nos precedieron y si a los mas jóvenes les da cringe pues discuuuuuuulpennossss.

(*) Guitarrista, ex integrante de YETI.

 

 

Nota Color

Charly y el "me tiré por vos"


Todavía luego de 25 años de aquel salto la gente pasa por la puerta del Hotel Aconcagua de Mendoza queriendo sacarse una foto en la icónica pileta. Era mediodía, un 3 de marzo de los 2000 y Charly se hospedaba en la suite presidencial, una especie de departamento alejado de las demás habitaciones en un noveno piso cuando Daniel Raquela, camarógrafo del noticiero de Canal 7, que al notar la presencia de los fans del músico mirando hacia arriba decidió ir a

grabar. "Encuadré, hice foco y Charly se tiró. Ese video dura dos segundos y algo más," recuerda el camarógrafo. "Hubo un momento de tensión. Salimos corriendo con mi compañero hacia el interior del hotel, llegamos a la pileta y vemos a Charly nadando en la pileta, relajado, pidiendo una Coca Cola".

“Me di cuenta de lo que hice cuando estaba en el aire. La primera parte del salto, que es cuando todavía estás bajo la influencia de tus músculos, es una cosa. Después te chupa la gravedad y bajás como un meteorito”, declaró García al mendocino diario Los Andes.

"¿Sabés por qué me tiré? Porque me perseguía la policía. Había un policía abajo. Cuando subió, me dijo: ‘¡Yo soy la policía!’. Y le dije: ‘¿y quién te mandó a no estudiar?’. Me reí mucho”, contó García antes de agregar que de joven se tiraba de los molinos de viento hacia la pileta. “Practiqué. ¿Vos te creés que estoy loco? No, no estoy loco".

*. Alumnos de sexto año de la Escuela Secundaria 39 de Santa Marta.


4 de mayo de 2025

El wokismo y el debate del estado de naturaleza, otra vez.

El progresismo woke nos ha llevado a una discusión que parece sacada de la filosofía política del siglo XV: ¿El ser humano nace bueno o malo por naturaleza? Este debate, lejos de ser nuevo, fue abordado por pensadores como Thomas Hobbes y John Locke, quienes intentaron definir el mejor modelo de gobierno para una Europa convulsionada por guerras. Ambos partían de la noción del estado de naturaleza, es decir, cómo era el ser humano antes de la civilización.

Hobbes, en su obra Leviatán (1651), sostenía que el estado de naturaleza era un estado de guerra, donde las personas luchaban por el poder impulsadas por su ambición. Para él, la vida en ese estado sería "solitaria, pobre, desagradable, brutal y corta". En contraste, Locke, en Segundo Tratado sobre el Gobierno Civil (1689), veía el estado de naturaleza como un espacio de libertad, donde los individuos eran actores racionales que intentaban evitar conflictos violentos siempre que fuera posible.

Años después, Jean-Jacques Rousseau, en El contrato social (1762), desafió estas ideas al afirmar que el ser humano es bueno por naturaleza y que es la sociedad la que genera desigualdades e injusticias. Según él, el hombre nace compasivo y pacífico, pero se corrompe por el deseo de poder y la propiedad privada. En su época, estos pensadores representaban tres corrientes: absolutismo, liberalismo y radicalismo. Hoy, podríamos decir que sus ideas se reflejan en conservadores, liberales y progresistas, respectivamente.

Hobbes y Locke debatían sobre el origen de una humanidad violenta y destructiva antes de que la civilización la organizara, mientras que Rousseau asumía un origen compasivo y pacífico, donde la sociedad y sus bienes promovían la desigualdad y la violencia. Esta visión rousseauniana se vincula con el pensamiento de Michel Foucault, quien en Vigilar y castigar (1975) argumentaba que las estructuras sociales—escuelas, cárceles y hospitales psiquiátricos—no solo organizan a los individuos, sino que también los moldean y, en algunos casos, los reprimen.

Este pensamiento progresista ha derivado en la idea de que el niño violento debe permanecer en el aula porque es el sistema el que lo desvirtúa; que el ladrón debe volver a la calle porque es la sociedad la que lo corrompe; y que la persona con trastornos psiquiátricos debe estar en su casa porque es la institución la que lo enloquece. Sin embargo, la realidad nos muestra que los violentos afectan a los niños sanos, los delincuentes asesinan y las personas con trastornos psiquiátricos pueden representar un peligro para sí mismas y para los demás.

La historia de la civilización, con más de tres mil años de evolución, ha demostrado que la falta de normas conduce a la anarquía. El progresismo neofoucaultiano ha promovido un abolicionismo de las estructuras del Estado que ha desembocado en una sociedad más violenta, casi como si estuviéramos en una etapa de descenso evolutivo, representada en una campana de Gauss.

El ser humano no es inherentemente bueno y necesita normas y controles que lo encaucen. La civilización es el mecanismo que permite comprender el verdadero estado natural de las cosas y ejercer el respeto hacia los demás y hacia las reglas. Sin consecuencias, no hay orden.

¿Qué significa "woke"?

El término "woke" proviene del inglés y significa literalmente "despierto". Originalmente, surgió en la comunidad afroamericana de Estados Unidos en la década de 1930 como un llamado a estar alerta frente al racismo y la discriminación. Con el tiempo, su significado se expandió para abarcar otras causas sociales, como el feminismo, los derechos LGBTQ+ y la justicia social.

Desde finales de la década de 2010, el término comenzó a ser utilizado de manera despectiva por sectores conservadores para referirse a políticas progresistas que consideran excesivas o agresivas. En la actualidad, el concepto "woke" se ha convertido en un punto de debate global, con algunos sectores defendiendo su importancia en la lucha contra la desigualdad, mientras que otros lo critican por promover una cultura de la cancelación y la censura.

Datos de actualidad

En los últimos años, el impacto del pensamiento "woke" ha sido evidente en diversas áreas. En Argentina, por ejemplo, el debate sobre la educación y la seguridad ha reflejado muchas de estas ideas. Recientemente, se han impulsado políticas que buscan reducir la presencia policial en ciertos barrios bajo el argumento de que la criminalidad es consecuencia de desigualdades estructurales, una postura alineada con la visión progresista sobre el origen de la violencia: El garantismo.

Asimismo, en el ámbito cultural, el concepto "woke" ha influido en la producción de contenido audiovisual, con un énfasis en la representación de minorías y la revisión de narrativas tradicionales. Sin embargo, esto ha generado críticas por parte de quienes consideran que algunas de estas iniciativas han llevado a una sobrerrepresentación forzada y a la censura de expresiones artísticas que no se alinean con la agenda progresista.